¿Te vas a dormir todos los días a la misma hora? La regularidad del sueño tiene numerosos beneficios, como que nuestro cuerpo se prepare para dormir tiempo antes de la hora y favorecer así el pleno descanso. Un sueño reparador juega un papel vital en todas las ramas de la salud, pero su antónimo, el insomnio hace que nuestro estado de ánimo sea peor, tengamos menos energía y aumentemos el riesgo de varias enfermedades. Así es cómo afecta alterar la hora a la que nos vamos a la cama a nuestra salud mental.
¿Y si "ponemos el despertador" para irnos a dormir?
La regularidad del sueño consiste en irse a dormir cada noche a la misma hora y despertarse también a una hora determinada. Si cada noche nos vamos a dormir a las 23.30 h y nos despertamos a las 07.30 h cumpliremos con una buena regularidad del sueño.
Si variamos ligeramente una hora arriba o abajo no supondrá mayor problema, pero ¿qué ocurré en la salud mental de los policías que trabajan algunos días en turno de noche, el personal de sanidad que hace guardias de 24 horas o los camareros de discoteca que entran a trabajar a las 11 de la noche?
Un nuevo estudio publicado en Neurology, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología, ha observado una asociación entre el riesgo de demencia y la regularidad del sueño. Casi 90.000 personas de Reino Unido fueron utilizados como muestra para esta investigación.
Los investigadores encontraron que aquellas personas que alteraban sus horas de irse a la cama tenían mayor riesgo de demencia. Concretamente, la asociación mostraba que las personas que alteraban significativamente su regularidad del sueño tenían un 53% más de riesgo de desarrollar demencia.
Asociación no es causalidad
Hemos resaltado en varias ocasiones que el estudio establece una asociación, pero eso no significa que la causa de la demencia sea la irregularidad del sueño. Puede que el estrés hace que no tengamos un horario fijo y algunos días nos vayamos a la cama y nos levantemos en distintos horarios.
El mismo insomnio también altera la regularidad del sueño, ya que irse a la cama no es lo mismo que dormir. En cualquier caso, esta investigación y otras anteriores nos llevan a pensar que el papel del sueño en la salud mental tiene un papel protagonista.
Aquellas personas que trabajan de noche o variando turnos poco pueden hacer para regularizar su sueño, pero si no es tu caso, intenta programar una hora de irte a la cama al igual que haces cuando pones el despertador para levantarte la mañana siguiente.
El ejercicio físico, una correcta dieta y hábitos saludables como meditar o llevar a cabo técnicas de respiración nos ayudarán a disminuir los efectos nocivos de la falta de descanso o la irregularidad del sueño, aunque lo mejor es hacer todo ello, y además ser regulares en el descanso.
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