El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar japonés mostró hace unos días los datos de su población que han sorprendido al mundo. Más de 95.000 japoneses son mayores de 100 años, la mayoría de ellas son mujeres (90%). El país nipón sigue siendo uno de los que todos los demás miran con envidia con respecto a lo que la longevidad se refiere. ¿Cuál es su secreto?
El elevado número de personas en Japón que superan los 100 años
Como cada año, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón expuso las cifras de población para que todos pudiesen ver los datos oficiales. Con cifra de 1 de septiembre, Japón tenía 95.119 centenarios, 83.958 eran mujeres y 11.161 hombres.
Superan en casi 3.000 personas, 2.980 personas exactamente, los datos del año anterior, lo que muestra que la población va envejeciendo en el país del sol naciente. La siguiente cifra da una muestra explícita de ello: 36,25 millones, lo que representa el 29,3 por ciento de la población de Japón, son mayores de 65 años.
Actualmente, Japón cuenta con la persona viva con más edad del mundo. Tomiko Itooka nació el 23 de mayo de 1908 y tiene más de 116 años, siendo la persona más longeva del planeta. Hasta el 19 de agosto, este récord lo tenía la española María Branyas Morera que superó los 117 años de edad.
Estos datos demuestran cómo la esperanza de vida ha ido creciendo con el paso del tiempo. Lo que debería ser una noticia entusiasta, es para muchos un problema debido a que vivir más no siempre significa vivir mejor. Los problemas asociados al envejecimiento hacen que los sistemas económicos y sanitarios colapsen, pero si caminamos hacia un envejecimiento saludable eso no tiene por qué ser así.
¿Por qué Japón se acerca cada vez más a las 100.000 personas mayores de 100 años?
Japón tiene una de las cinco zonas azules mundiales donde residen más personas mayores de 100 años. Okinawa ha sido, y sigue siendo, lugar de culto para los expertos en longevidad, que acuden a esta zona japonesa para estudiar qué les hace vivir tanto tiempo.
Dos españoles plasmaron en su libro Ikigai: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz qué rasgos comunes tenían los centenarios y supercentenarios japoneses. Al igual que los 10 mandamientos cristianos se resumen en dos, los secretos para una vida larga y feliz se resumen en:
una vida larga depende sólo de tres cosas: ejercicio para la salud, comer bien y juntarte con gente"
Actividad física por encima del ejercicio físico
Una de las cosas que tenían en común muchos de los centenarios en Japón es que acudía a diario a su huerto. Lo que puede parecer algo insignificante muestra uno de los secretos de la eterna juventud: moverse cada día. La actividad física y el ejercicio físico no es lo mismo, aunque solemos confundirlo.
La actividad física es lo que hacemos cuando cuidamos un huerto, caminamos o limpiamos nuestra casa. El ejercicio físico es lo que conocemos comúnmente como entrenamiento. ¿Qué es mejor, moverse todo el día y ser activo, o ser sedentario todo el día y entrenar una hora?
Lo ideal es ser activo todo el día y además entrenar una hora, pero si solamente pudiésemos quedarnos con uno sería con la actividad física. Una vida activa es uno de los pilares fundamentes que siguen los centenarios a lo largo de su vida, que no dejan de moverse ni después de cumplir los 100 años.
Comer bien y en cantidades adecuadas
La dieta japonesa tiene mucha variedad de alimentos, especialmente de origen vegetal. Según el libro del Ikigai citado anteriormente:
Comen mucha fruta y verdura, incluyendo el shikuwasa, el cítrico por excelencia de Okinawa. Apenas consumen azúcar de forma directa. Comen pescado al menos 3 veces por semana. Ingieren menos calorías a diario comparados con el resto de Japón. Toman diferentes tés, y algunos propios como el té de sanpincha.
Respecto a la cantidad de comida, siguen la llamada regla del 80% o hara haci bu que consiste en no llegar a llenarse. La restricción calórica y cuidar en no excedernos en cantidades tiene un rol protagonista en la longevidad, por lo que además del tipo de alimentos también influye la cantidad ingerida.
Juntarse con gente
Ichariba chode viene a significar "trata a todos como si fueran tus hermanos, aunque sea la primera vez que los conoces". En Ogimi, región de Okinawa, se agrupan en moai o grupos de gente con intereses comunes que se ayudan entre sí. La soledad una vez que llega la jubilación y tenemos menos contacto social puede ser el peor de los amigos de la longevidad.
Pertenecer a una comunidad nos da más ganas de vivir y una razón por la que levantarnos cada mañana. Ser optimista, agradecido y empático con los demás crea lazos de conexión que se llevan hasta la tumba. La ayuda de los gobiernos para establecer lugares de reunión y puntos de encuentro en una comunidad es vital si queremos vivir más y mejor.
Imágenes | Redd F (Unsplash), Tiago Muraro (Unsplash), Jaddy Liu (Unsplash)
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