William Heckenbach es el claro ejemplo que le da significado a la diferencia que hay entre "un día" y "día uno". Su disciplina, dieta y trabajo de fuerza principalmente, acompañado de entrenamiento de resistencia adaptado a su nivel fueron las claves que han sido el detonante de su exitosa recomposición corporal. A continuación podrás ver cómo fue su cambio físico y cómo un cambio de mentalidad hizo que su salud sea totalmente diferente hoy.
"Mismo hombre, diferente mentalidad"
"Me quitaré toda esta grasa de encima y tú lo verás", así acompaña William Heckenbach uno de sus vídeos destacados de su Instagram en los que se ve la espectacular transformación física. Gracias a su cambio de mentalidad ha conseguido perder 63,5 kilos y ser mucho más fuerte a todos los niveles.
Aunque el cambio físico es increíble, William deja claro que todavía no está terminado y que continúa ejercitándose para mejorar más. Heckenbach considera que ni siquiera está cerca de su mejor versión, así que continúa a todo gas y primando la progresión por encima de la perfección.
"Mi meta era perder grasa y ahora es ser lo más fuerte que pueda"
El estadounidense que reside en en el estado de Oklahoma tenía como primer objetivo bajar el número de la báscula, pero una vez que lo fue logrando pivotó la meta hacia un cuerpo más musculado. Ahora el entrenamiento en el gimnasio que le llevó a perder casi 65 kilos le está sirviendo para moldear su cuerpo y hacerse más fuerte.
El entrenamiento de fuerza debe estar presente en los procesos de recomposición corporal ya que un verdadero cambio físico es mucho más que perder peso. William estaba cansado de pesar más de 136 kilos y decirse así mismo "comenzaré mañana", así que un día se puso a trabajar y el resto queda plasmado en su historia de superación.
Como el estadounidense repite una y otra vez en sus publicaciones de redes sociales: "soy la misma persona con mentalidad diferente":
Hace casi 2 años decidí retomar las riendas de mi salud. Al principio me obsesioné con "cómo dejé que esto pasara", pero luego decidí que no importaba... Era hora de cambiar. No ha sido perfecto, pero no me he dado por vencido ni me daré por vencido. ¡Este es solo el comienzo de este viaje de salud!
"El mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años, el segundo mejor momento es hoy". Decide hacer el cambio hoy, no esperes hasta mañana.
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Imágenes | William Heckenbach (Instagram)
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