La silla mata, no hay nada nuevo en eso. La única solución para contrarrestar, al menos lo máximo posible, las largas jornadas que pasamos sentados es movernos el resto del tiempo. La duda que nos viene a la mente es cuánto tiempo de actividad física sería suficiente para compensar esas ocho o diez horas que pasamos sentados. La ciencia tiene una respuesta que nos orienta en ese sentido.
El tiempo de actividad física que contrarresta el sedentarismo
El sedentarismo es la verdadera pandemia del siglo XXI para la que hay una cura, pero que no nos gusta: la actividad física. Las jornadas de trabajo en oficina o en empleos sedentarios, a las que añadimos el transporte y el tiempo libre en el sofá suman una cantidad demasiado alta de tiempo sentados a lo largo del día.
La evidencia científica ha demostrado los inconvenientes que tiene el sedentarismo para la salud, pero también ha comprobado cómo se pueden contrarrestar. Sería posible compensar los efectos negativos de ocho a diez horas diarias de sedentarismo con 40 minutos de actividad física de moderada a vigorosa.
Pasar tiempo de pie cada bloque de media hora o una hora también nos ayuda en el objetivo de limitar los efectos negativos del sedentarismo en la salud. Un estudio muy completo observó que las personas que realizaban entre 30 - 40 minutos diarios de actividad física de modera a vigorosa al día no tenían el impacto negativo del sedentarismo.
Estas personas sedentarias durante ocho a diez horas cada día, conseguían compensar los efectos nocivos como el aumento del riesgo de enfermedades y mortalidad al realizar algo más de media hora de actividad física.
Un poquito es mucho
Otras investigaciones han comprobado incluso que menos tiempo de actividad física también produce grandes beneficios en contra del sedentarismo. Aunque las recomendaciones de la OMS son entre 150 - 300 minutos de actividad física de intensidad moderada o entre 75 y 150 minutos de actividad física de intensidad vigorosa cada semana, con tiempos tan breves como cinco minutos o menos por día ya se obtienen grandes ventajas.
En algunas ocasiones no podemos evitar pasar diez horas sentados, entre el tiempo que pasamos trabajando, en el transporte y comiendo. No habrá mayor problema para la salud si al terminar nuestra jornada realizamos unos 40 minutos de actividad física.
Mejor aún será realizar pequeñas pausas activas cada poco tiempo, bloques de una hora pueden encajar en tu estilo de vida. Cada hora realizaremos cinco minutos de actividad física como subir y bajar las escaleras, o caminar por la oficina. De esa forma, al terminar las ocho horas laborales habrás completado ya los 40 minutos al hacer ocho pausas activas de cinco minutos cada una.
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