A veces nos sorprende saber cómo alimentos tan comunes en nuestra despensa y cultura gastronómica y a la vez accesibles y baratos tienen propiedades tan importantes para el organismo.
Aunque ya lo decían nuestras abuelas y la medicina naturista ha hecho del ajo una bandera por su efecto antibiótico y por favorecer una buena circulación sanguínea, ahora una universidad americana ha explicado científicamente el por qué.
Investigadores de la Universidad de Alabama explican que el ajo contiene sustancias azufradas como la aliína con una acción directa potente pero que sobre todo ayudan a que el cuerpo aumente sus propios agentes circulatorios capaces de:
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Relajar los vasos sanguíneos Aumentar el flujo de sangre Prevenir la formación de coágulos o los daños asociados a la oxidación
Estos efectos son provocados además de la aliína por otros compuestos que producen la síntesis en el cuerpo de agentes cómo el sulfuro de hidrógeno.
Lo curioso (y triste) del tema es que en vez de investigar cuántos ajos al día debemos tomar y cómo, los objetivos de estos científicos es determinar la cantidad de principios activos que deben contener los suplementos a base de ajo para conseguir el efecto deseado en el sistema circulatorio. Cualquier día hasta Drácula podría comercializar productos con ajo.
Vía | Revista impresa Cuerpo y Mente 188 Más información | Discovery Salud En Vitónica | El deporte baja el colesterol En Directo al paladar | Ajo y colesterol
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