La soja es uno de los alimentos que nos han llegado de oriente y se han afianzado en nuestra cocina de forma sólida. Se trata de un tipo de legumbre rica en beneficios para el organismo, pero en los últimos tiempos la duda planea sobre este alimento al ser en muchos casos trasgénico.
Esta palabra muchos la consideramos maldita, ya que existe un gran desconocimiento entorno a los alimentos trasgénicos. Es importante que sepamos en que consisten para poder decantarnos por una u otra opción. En el caso de la soja, muchas son las dudas que surgen entorno a ella, por eso en Vitónica vamos a analizar los beneficios que nos brinda para la salud, y lo que significa que en muchos casos sea un alimento trasgénico.
La soja es un alimento fuera de lo común, ya que aporta el doble de proteínas que el resto de legumbres. Además contiene un gran número de grasas saludables que ayudan a controlar los niveles de colesterol en el organismo. Además son ricas en vitaminas del tipo B, fibra natural que nos ayuda a mantener nuestro cuerpo depurado y limpio de residuos. Junto a esto es destacable su alto contenido mineral, sobre todo hay que poner especial atención al hierro, el calcio y el fósforo que contiene.
La soja es muy apreciada por una sustancia que contiene en elevadas cantidades, se trata de las llamadas isoflavonas, un componente que ayuda a las mujeres a evitar algunos tipos de cáncer como el de mama. Al igual que son buenas aliadas para ayudar a minimizar los efectos de la menopausia debido al alto contenido de hormonas, que las convierten en un alimento no muy recomendado para los niños por poder influir en el correcto desarrollo de sus características sexuales.
Pero a pesar de los múltiples usos de la soja siempre planea sobre ella la duda de ser un alimento trasgénico. Antes de nada es importante que sepamos qué es un alimento trasgénico. Se considera así a los alimentos a los que se modifica su estructura genética o bien introduciendo un gen de otro alimento o eliminando algún tipo de gen propio con la finalidad de lograr mejorar así el producto y hacerlo más resistente a las plagas evitando así el uso de pesticidas.
Esta manipulación genética es la que hace desconfiar sobre lo bueno de este tipo de alimentos, ya que se cree que su consumo puede tener efectos sobre el organismo, ya que al haber manipulado un gen estos cambios pueden afectar al organismo humano. Esta teoría no está respaldada por muchos científicos que aseguran que los alimentos trasgénicos no afectan al organismo, ya que en el estómago se destruye todo el ADN de los alimentos, por lo que no pueden entrar en contacto con nuestros genes otros ya manipulados.
Imagen | luisrock62
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