La evaluación de la composición corporal es un elemento indispensable para determinar la salud de las personas y así poder formular recomendaciones nutricionales y prescripciones de ejercicios.
También se utiliza para controlar el crecimiento de niños y adolescentes , los cambios producidos por el envejecimiento, el peso corporal de deportistas que participan en competiciones con regulación de peso, etcétera. Pero dos de los aspectos más estudiados referentes a la evaluación de la composición corporal son el porcentaje de grasa y el índice de masa corporal.
Son dos elementos diferentes que en unos casos guardan relación y en otros no. A continuación veremos en que consiste cada uno y los valores adecuados de la composición corporal para cada uno de ellos.
Porcentaje de grasa corporal
Este concepto difiere del IMC, no son lo mismo. Para clasificar el nivel de lípidos de nuestro organismo utilizamos la grasa corporal relativa (%GC). En la composición corporal se diferencia entre la masa grasa y la masa libre de grasa (músculos, huesos, etc.). Este porcentaje mide sólo mide el porcentaje de grasa despreciando la masa libre de grasa.
Para calcularlo existen numerosos métodos, la gran mayoría indirectos porque es muy difícil saber el contenido exacto de grasa corporal. Una de las formas más eficaces y precisas es mediante la tecnología Dexa, un material caro y solo disponible en hospitales. Sin embargo, existen otro métodos mucho más asequibles y también fiables como la antropometría con plicometros.
Normalmente suele existir relación entre el % de grasa corporal y el IMC. Si hay un alto índice de masa corporal es porque existe una gran cantidad de grasa corporal, a excepción del caso de los deportistas. Para tener una orientación sobre los niveles adecuados os adjuntamos una útil tabla.
Índice de masa corporal
El IMC es la relación existente entre el peso y la talla y que sirve para identificar el sobrepeso y la obesidad en adultos, siempre y cuando se realice de forma adecuada. Se calcula dividiendo el peso en kilogramos por el cuadrado de la talla en metros – peso(kg)/ talla (m2).
Un sencillo ejemplo: una persona con 90 kilogramos de peso y una altura de 1,70 tendrá un índice masa corporal de 31,4, lo que le colocaría dentro de obesidad tipo I. Para una persona de 1,70 de altura la clasificación quedaría así:
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Es la medida más útil para medir el sobrepeso y la obesisdad de la población, ya que su cálculo es siempre igual, independientemente del sexo o edad del adulto. Sin embargo, solo debe ser tratado como algo aproximado ya que no siempre corresponde al mismo grado de gordura en los individuos.
La Organización Mundial de la Salud establece el sobrepeso como un IMC igual o superior a 25, mientras que la obesidad sería un IMC igual o superior a 30. Estos son los dos umbrales más importantes, aunque existen muchas subdivisiones:
Sin embargo, a la hora de evaluar la composición corporal de deportistas el índice de masa corporal resulta prácticamente inútil, y esto es debido a que solo contempla el peso, independientemente de que ese peso sea en su mayoría masa muscular o grasa.
Un deportista que mida 1,77 y tenga un peso de 88 kilogramos, tendrá un IMC de 28,09 lo que supondría que estaría dentro de la calisifcación de sobrepeso grado II, también denominado preobesidad. Y probablemente este deportista tenga un porcentaje de grasa corporal inferior al 10%, por lo tanto, la medida del IMC en este caso es completamente inválida.
A continuación os mostramos otra tabla útil para calcular el IMC:
Imagen | Combined Media
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