Cuando buscamos controlar lo que comemos porque estamos intentando perder peso, normalmente cuantificamos lo que comemos en términos de calorías, pero una forma diferente podría ser medir lo que comemos en ejercicio, no en calorías. Así, podría decir que en un día me he comido una maratón.
Es decir, durante una maratón se pueden gastar entre 2000 y 3000 Kcal dependiendo de la velocidad de carrera así como de las características físicas del corredor, por eso, si cuantifico en ejercicio lo que como, puedo decir que a lo largo del día me he comido una maratón.
Cuantificar de esta manera lo que comemos puede tener un impacto diferente en nosotros, permitiéndonos considerar mejor cuánto debemos movernos para gastar lo consumido.
Incluso, un estudio comparó el impacto en la ingesta cuando se presentaba un menú sin información nutricional, con información calórica y también, cuando se informaba en el etiquetado cuánto se debía caminar para gastar las calorías que aportaba el alimento.
Así, la ingesta en términos calóricos se reducía considerablemente cuando se informaba la cantidad de ejercicio que se debía realizar para equiparar con el gasto energético, el consumo.
Por supuesto, para poder medir de esta forma lo que comemos, tenemos que saber cuántas calorías gastamos con el ejercicio, y para ello, sin duda alguna que otra ayuda podemos necesitar. Por ejemplo, podríamos recurrir a cuantificadores personales o aplicaciones que estiman por medio de un acelerómetro y datos personales, cuánto hemos gastado.
Claramente nunca debemos obsesionarnos, porque como hemos dicho muchas veces, nada es tan matemático en el cuerpo humano. Además, el ejercicio ofrece muchos beneficios más allá del gasto energético.
No obstante, medir lo que comemos en términos de ejercicio puede ser de gran ayuda para controlar mejor nuestras ingestas y cuidar con más esmero la cantidad que comemos.
Vía | Ciudadano0.0 Imagen | Tvnewsbadge
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