En el anterior post de este especial de entrenamiento y embarazo hablamos sobre las generalidades de la actividad física en este período. Hoy comenzamos a meternos en materia viendo qué ocurre en nuestro cuerpo y cómo debemos entrenar durante el primer trimestre de la gestación.
Recordamos que lo más importante a la hora de entrenar cuando estamos embarazadas es tener el OK de nuestro ginecólogo y acudir a un profesional que adecue el entrenamiento a nuestras necesidades personales. ¿Qué te espera durante el primer trimestre de embarazo y cómo puedes beneficiarte del ejercicio físico?
Lo que ocurre en tu cuerpo en el primer trimestre
Posiblemente el primer trimestre sea el momento en el que se experimentan más cambios en el cuerpo de la mujer. Evidentemente, lo primero que tenemos que hacer es confirmar el embarazo y elegir al que va a ser nuestro médico y nos va a acompañar en el camino hacia el parto.
Durante el primer trimestre de embarazo es muy frecuente en las embarazadas el dolor de estómago, generalmente acompañado de náuseas en las mañanas, así como una hinchazón e hipersensibilidad en los senos. También tienden a sentirse más cansadas y con ganas de orinar a menudo.
En el plano psicológico, es posible que se den cambios de humor, así como sentimientos enfrentados de cara a la maternidad. Estos síntomas van desapareciendo conforme pasan los meses.
¿Cómo entreno en el primer trimestre?
Durante el primer trimestre, y debido a los cambios físicos y psicológicos de los que hemos hablado, es posible que no te encuentres en tu mejor momento. Si el cuerpo no te pide moverte y crees que es mejor descansar, hazlo: seguro que en el segundo trimestre te encuentras con muchas más energías para comenzar a entrenar.
Si, por el contrario, te encuentras bien y en forma, es muy beneficioso que realices al menos tres sesiones semanales de entrenamiento que deben incluir ejercicio aeróbico suave, entrenamiento de fuerza sin cargas pesadas y estiramientos.
Es importante que desde el primer momento demos la importancia que merece a la espalda y a nuestra postura corporal: durante el embarazo, el centro de gravedad de la futura madre se va a mover hacia delante, por lo que necesitará una espalda fuerte y una columna estable que le ayude a llevar ese peso extra. Los remos con gomas elásticas, TRX o poleas, y los ejercicios de estabilización como las planchas mantenidas durante un tiempo reducido, pueden ser de gran ayuda en esta etapa.
En cuanto al ejercicio aeróbico, puedes salir a caminar a un paso más o menos ligero, o puedes entrenar en la elíptica o incluso en la bicicleta, ya que durante el primer trimestre tu barriga no habrá crecido tanto como para incomodarte en esa posición. Si eras corredora antes de quedarte embarazada y quieres seguir corriendo, primero consulta a tu médico, puesto que las actividades menos aconsejadas son las que generan un impacto en nuestro cuerpo, como correr o saltar: escucha a tu médico y a tu propio cuerpo.
En el próximo post hablamos sobre el segundo trimestre del embarazo y cómo entrenar en ese período.
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