Durante el día de ayer, algunos medios se hicieron eco de una noticia que informaba sobre la presencia de bisfenol A en los tickets que nos dan tras hacer la compra. Según estas informaciones, el 90% de los tickets que nos dan en las tiendas están realizados con papel térmico y, además, contendrían bisfenol A. En estas noticias se relaciona la presencia de este químico con el riesgo de padecer infertilidad, obesidad, malformaciones e, incluso, algunos tipos de cáncer.
Debido a esto, recomendaban que no guardáramos dichos tickets y tuviéramos mucho cuidado de no mezclarlos con comida, etc. Ante esta noticia, algunos expertos utilizaron Twitter para matizar las informaciones ofrecidas por dicho medio. Entre ellos, Miguel A. Lurueña (@gominolasdpetro), Doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, que hacía mención a el bajo nivel de exposición real y, a la absorción que nuestra piel hace de este compuesto por medio de los tickets. Este experto considera que dicha absorción es irrelevante.
Varias personas me han preguntado sobre esta noticia que nos advierte que no debemos guardar los tickets de la compra porque provocan cáncer e infertilidad. Abro #hilo #BPA https://t.co/apgVSzO2ML
— Miguel A. Lurueña (@gominolasdpetro) 15 de enero de 2019
Qué sabemos del Bisfenol A
Se trata de un químico que, tradicionalmente, se ha utilizado en la elaboración de plásticos ya que se trata de un producto que logra ser transparante y, además, difícilmente astillable. Es por esto que, se ha llegado a utilizar en biberones y en botellas de plástico. Sin embargo, podemos encontrarlo también en algunos de nuestros electrodomésticos, además de utilizarse para envase de algunos alimentos.
Sin embargo, de unos años a esta parte este químico ha sido retirado de la elaboración de botellas de agua - para las que se suele utilizar PET (tereftalato de polietileno) - y de los biberones de los niños. El motivo es que se considera que se trata de un químico que puede pasar fácilmente a nuestro organismo cuando se encuentra presente en elementos como las botellas, especialmente si están calientes.
Los efectos del bisfenol A
La realidad es que todavía no está del todo claro cuáles son los efectos del bisfenol, ni cuánto nos afecta a los humanos. Algunas investigaciones - llevadas a cabo en ratones - han encontrado que este químico podría ser un disruptor endocrino, lo que podría afectar a algunas funciones sexuales, pudiendo disminuir la calidad y cantidad de nuestro óvulos. También podría afectar a los espermatozoides, provocando un descenso en su recuento. Además, alguna de estas investigaciones sugieren que podría provocar un mayor crecimiento de células cancerosas que afectarían al cáncer de mama.
Sin embargo, la realidad con este químico es que se ha retirado de algunos elemento como las botellas de plástico o los biberones, por pura precaución, pero las investigaciones realizadas no han encontrado evidencias concluyentes. Es más, lo que sí se ha encontrado en las investigaciones realizadas es que su presencia en nuestro organismo siempre está en índices más bajos de los que resultarían preocupantes y que, no hay ningún tipo de preocupación por la salud pública debida a la exposición a este químico, en ningún grupo de edad.
Es decir, los expertos en la materia han encontrado en las últimas investigaciones que los niveles de BPA a los que estamos expuestos no son un peligro para nosotros. En el caso concreto de los tickets que nos dan cuando hacemos la compra, en 2016 se limitó las cantidades que podían usarse en la elaboración de papel térmico, precisamente para que su presencia fuera lo suficientemente limitada e irrelevante como para no suponer ningún tipo de peligro para quienes estuvieran en contacto con dicho papel, incluidas aquellas personas que trabajen con dicho papel.
La realidad es que su presencia en los tickets y algunos otros elementos que utilizamos de manera cotidiana lleva años entre nosotros y las investigaciones realizadas por las autoridades competentes no han encontrado ningún motivo de alarma. Además, se han tomado las medidas necesarias para que su uso no sea peligroso para nuestra salud. Por lo tanto, no hay ningún motivo científicamente avalado para preocuparnos por la presencia de bisfenol A en los tickets de la compra. Eso sí, yo os recomiendo que, preferiblemente, no os los comáis y hagáis con ellos únicamente el uso para el que están pensados.
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