Empezar el día con un buen desayuno que nos brinde la energía necesaria para entrenar o bien, reponer los depósitos energéticos después del esfuerzo no es tarea fácil, pero estos cuadrados energéticos pueden ser un recurso sencillo y útil para comer por la mañana o la tarde. Por unidad nos aportan:
62% Hidratos
9% Proteínas
29% Grasas
Ingredientes. (16 unidades)
Manzanas 500g, avena arrollada 10 cucharadas, azúcar integral 12 cucharadas, canela, 1 cucharadita, cáscara o ralladura de 1 limón, almendras picadas 1/2 taza y 2 huevos enteros.
Preparación.
En un recipiente mezclar la manzana previamente pelada y rallada en crudo con 4 cucharadas de avena, la mitad del azúcar (6 cucharadas), la canela, la ralladura del limón y las almendras picadas groseramente para que se perciban al comerlas. En otro recipiente batir los huevos y agregar 6 cucharadas de avena y la mitad restante del azúcar. Untar una placa rectangular para horno con aceite y forrarla con papel manteca. Colocar la primera preparación y esparcirla, para luego incorporar por encima el ligue del segundo recipiente. Hornear a fuego moderado por 30 minutos o hasta que esté dorada la cubierta. Marcar los cuadrados y retirar de la placa en frío.
Para comer.
Los cuadrados energéticos son ideales para un desayuno lleno de energía, sobre todo porque si se acompañan con una taza de leche tenemos un aporte ideal de nutrientes. Carbohidratos complejos provenientes de la avena, las manzanas y las almendras, grasas saludables derivadas de éstas últimas y proteínas de alta calidad que nos brindan los huevos, así como la leche que acompaña cualquier desayuno.
Además, son ideales para desayunar unas 3 horas antes del entrenamiento, ya que además de azúcares simples, tienen carbohidratos complejos que se digieren más lentamente y permiten mantener la glucemia estable.
También, por qué no, son una buena alternativa para recuperar tras el esfuerzo, ya que junto a una bebida que rehidrate correctamente, tenemos los nutrientes necesarios para replecionar las reservas agotadas después de una actividad intensa, destacando siempre que en éste caso, a diferencia de muchos productos comerciales, no tenemos cantidades significativas de grasas saturadas, como así tampoco, grasas trans, sino que todo el aporte grasa deriva de los ácidos grasos cardioprotectores contenidos en la almendra y en la yema del huevo
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