La mayor parte de mi vida laboral ha transcurrido trabajando en oficinas por lo que ya sabía las dificultades para tener una vida activa que puede suponer el trabajo. Sin embargo, en esos casos aún tenía que salir de casa, caminar hasta el lugar donde cogiera el transporte correspondiente y después caminar desde donde el transporte me hubiera dejado hasta el trabajo. Normalmente no era mucho, pero al menos era algo.
Y entonces llegó el teletrabajo y, a pesar de todas las ventajas que tiene, empecé a echar de menos tener que salir de casa para ir a trabajar y al menos moverme. Y es que, teletrabajar para mí ha significado ir de la cama a la silla del trabajo y de la silla del trabajo al sofá. Al menos durante los primeros meses, hasta que poco a poco me he ido acostumbrando y adoptando una rutina. Por suerte, hay una serie de estrategias que podemos llevar a cabo para mantenernos activos incluso cuando trabajamos en casa.
Haz descansos y levántate
Una de las cosas que más me ha costado desde que trabajo en casa ha sido saber cuándo hacer descansos. En mis otros trabajos estaba siempre bastante regulado, pero en casa no tengo nadie que me controle y me cuesta encontrar el momento adecuado para parar. Sin embargo, es recomendable que hagamos algunos descansos periódicos.
Aprovechemos que estamos en casa y podemos levantarnos y pasearnos sin que nadie nos mire raro. Es buena idea, por tanto, hacer paradas cortas cada cierto tiempo, levantarnos, y pasear un rato aunque sea para ir a la cocina a por un vaso de agua o dar un par de vueltas rápidas en la habitación.
La tecnología está aquí para ayudarte
Por suerte para nosotros, existen en el mercado cada vez más wearables y pulseras cuantificadoras que no solo controlan los pasos que hemos dado a lo largo del día, sino que incluso pueden recordarnos que llevamos mucho rato sin movernos. Para aquellos de nosotros que necesitamos un incentivo externo, estas pulseras pueden ser de gran ayuda.
Por una parte, ver en una pantalla lo poco que te has movido a lo largo del día te da un sentido de realidad. Una cosa es suponerlo y otra muy diferente verlo. Yo veo los pocos pasos que he dado al día y aunque no me apetezca me veo en la necesidad de salir un rato a dar un paseo cuando termino de trabajar. Por otro lado, el que la pulsera te avise de que llevas mucho rato sin moverte es un buen truco para no despistarte e incluso verte obligado a parar y moverte un poco por casa.
Tener una mascota para mantenernos activos
Obviamente, si no tienes una mascota y no tienes ningún interés en tenerla puedes saltarte esta estrategia, pero si ya la tienes, puede ser de mucha ayuda. Los dueños de perro pueden aprovechar la necesidad de sacarlos a pasear para dar una buena caminata varias veces al día, y aprovechar todas las ventajas de caminar.
Los que tenemos gato, no solemos sacarlos a pasear, pero sí que se puede aprovechar la necesidad que tienen de los gatos de jugar para movernos. Mi gata necesita correr por toda la casa para gastar energía y le encanta que yo corra detrás de ella intentando pillarla. Esos ratos que dedicamos a jugar y movernos con ellos, son ratos de actividad física que le estamos añadiendo a nuestro cuerpo.
Ejercicios con el mobiliario en los ratos de descanso
Una de las ventajas que tiene el teletrabajo en este caso es que estás solo en tu casa y nadie te va a mirar raro si te pones a hacer ejercicio con el mobiliario. Por ello, podemos aprovechar mientras estamos trabajando para hacer algunos ejercicios físicos.
Mientras estamos sentados podemos aprovechar para hacer abdominales, sentándonos de manera adecuada, con los piel apoyados en el suelo y, partiendo de esa postura, elevando ligeramente los pies en el aire y manteniendo la postura un rato. Otra buena idea es, también sentados, mover las piernas como si estuviéramos pedaleando. Podemos aprovechar la silla para apoyarnos en ella y hacer algunas sentadillas en alguno de los descansos que hagamos.
Trabaja en otros sitios: de la biblioteca al coworking
Otra de las ventajas del teletrabajo es que, mientras tengas un ordenador y conexión a internet puedes trabajar desde dónde tú quieras. Podemos aprovechar esa ventaja y, una vez a la semana, irnos a trabajar a un sitio de coworking, a una biblioteca o a una cafetería.
De esta manera, ese día nos veremos obligados a movernos un poco más de lo habitual. Si, además, se trata de un sitio al que podemos llegar dando un paseo, será todavía mejor. En ir y volver dedicaremos un rato a caminar que beneficiará directamente a nuestra salud y nuestro corazón.
Estiramientos para combatir las malas posturas
Uno de los mayores problemas cuando trabajamos muchas horas sentados son las malas posturas. Y si eso es un problema en las oficinas, lo es todavía más en nuestras casas. Al fin y al cabo, en la oficina podemos poner malas posturas, pero hasta cierto punto porque hay gente alrededor. En casa, sin embargo, sin nadie que te vea, las posturas pueden llegar a ser extravagantes.
Por ello, es recomendable que cada cierto tiempo dediquemos un rato a estirar nuestras piernas, cuello, brazos y espalda. Lo bueno de trabajar en casa es que tienes mucho más espacio y libertad para estirar. No es mala idea, cuando paremos para comer y cuando terminemos de trabajar, dedicar cinco minutos a hacer una sesión de estiramientos completa.
Este artículo fue originalmente publicado por Iria Reguera en diciembre de 2018 y ha sido revisado para su republicación.
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