Por diversas causas (tiempo, trabajo, pereza...) algunas personas se ven obligadas a correr en las cintas del gimnasio. Aunque las máquinas cada vez son más sofisticadas, hay ciertas diferencias con correr por una carretera o un sendero. Siempre es bueno tener en cuenta ciertos aspectos que nos ayudarán a mejorar la carrera en estas máquinas:
La superficie de la cinta es plana, por lo que debes de tener cuidado al elegir tus zapatillas, que no estén muy gastadas. Y por supuesto amarra bien tus cordones para que no cuelguen y corras el riesgo de que se enganchen en la cinta.
Sobre todo para los novatos es aconsejable comenzar andando a poca velocidad e ir aumentando poco a poco para acostumbrarnos al movimiento de la cinta y no correr el riesgo de sufrir tropiezos.
Si tienes un espejo cerca es buena idea tomar referencias para que cuando vayas cansado o aprietes el ritmo no tropieces con la parte delantera o vayas demasiado atrás. Mantén la vista fija en el espejo o en la consola delantera para tener un punto de referencia.
Intenta mantener tu cuerpo erguido y no echarte hacia adelante ya que puedes acabar con ciertos dolores en la parte baja de la espalda.
Para bajarte de la cinta practica a baja velocidad, bien disminuyendo poco a poco la velocidad hasta pararte (es lo más aconsejable) o saltando a las partes laterales si tienes que parar por emergencia. Actualmente todas las cintas cuentan con una parada de emergencia para parar en seco en caso de tener algún problema.
¿Cuáles son tus trucos para empezar a correr en la cinta del gimnasio?
Imagen | iStock