Las bayas son un conjunto de plantas que suelen diferenciarse por su color rojizo en tonos oscuros o morados. Las moras son una de las bayas que se recomiendan comer frecuentemente al ser tratadas como un 'superalimento' por sus muchas propiedades que van desde un mejor control del peso corporal, hasta reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Moras: de dónde vienen y de qué están compuestas
América del Norte, Europa, Asia, América del Sur, Oceanía, América Central y África (en orden descendente de toneladas cultivadas) son las principales regiones productoras de mora. Las moras se consumen principalmente frescas, pero se pueden procesar y vender en paquetes individuales congelados rápidamente, congeladas a granel, o en zumo.
Este alimento es muy interesante por su alta capacidad antioxidante, debido a sus compuestos antocianinas y elagitaninos. De hecho, las cualidades medicinales de las moras se conocen desde el siglo XVI en Europa, donde se utilizaban para tratar infecciones de la boca y los ojos.
Composición de las moras
La composición química de la mora varía según la variedad, las condiciones de crecimiento, el estado de madurez y las condiciones de cosecha y almacenamiento. Además de valiosos compuestos polifenólicos, las moras contienen carbohidratos y varias vitaminas y minerales esenciales.
Entre sus compuestos activos está el ácido ascórbico, que además de las grandes cantidades de polifenoles (flavonoides, antocianinas y elagitaninos), aportan una gran capacidad antioxidante a la fruta.
Beneficios de comer moras de manera frecuente
El consumo de antocianinas y otros flavonoides que se encuentran en la mayoría de las frutas y verduras puede disminuir el riesgo de obesidad, enfermedades coronarias, condiciones degenerativas y varios tipos de cáncer. Las moras tienen propiedades antiinflamatorias, antivirales, antiproliferantes y anticancerígenas.
Los organismos vivos tienen un sistema de reducción-oxidación que es necesario para mantener el equilibrio entre los radicales libres que se van generando y los antioxidantes que les hacen frente. Si la balanza se decanta hacia el estrés oxidativo, pueden surgir muchas enfermedades degenerativas y un envejecimiento acelerado.
Las moras, como otros alimentos antioxidantes, ayudan a contrarrestar esos radicales libres, previniendo así algunas enfermedades crónicas. Los compuestos fenólicos de las moras han mostrado efectos contra las enfermedades cardiovasculares.
El cáncer es una enfermedad muy compleja y multifactorial, por lo que sería muy irresponsable decir que ingerir moras puede ayudarnos a prevenirlo y mejorar sus síntomas. Lo que sí se puede afirmar es que muchos casos de cáncer se pueden prevenir con una dieta saludable como la mediterránea en la que abunden las verduras y las frutas como las moras.
Los fitoquímicos de las bayas como las moras pueden actuar para modular el inicio y la progresión del cáncer. Estos compuestos actúan sobre el ADN de manera compleja para mejorar el daño de dicho ADN y la modificación del crecimiento de las células cancerosas.
A su vez, la ingesta de moras puede ayudarnos a controlar el peso corporal, prevenir enfermedades neurodegenerativas asociadas con la edad, como el Alzheimer, mejorar los síntomas de diabetes tipo II, e incluso a mejorar el deseo sexual.
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