Cumplir con un plan de entrenamiento de carrera no siempre es fácil, a pesar de que te encante y de que estés súper motivado: a veces nos cuesta mucho conciliar con trabajo, familia y amigos, a veces el clima no acompaña y a veces simplemente hay pereza y lo que realmente te apetece es quedarte en casa a ver unas series, pero de las de Netflix.
Si realmente quieres cumplir con tu entrenamiento y no quedarte en casa (o si tienes que sacar a alguien de casa para que salga a correr; gracias a esos familiares y amigos que se preocupan porque cumplamos el plan de entrenamiento) te ayudamos a desmontar las excusas más típicas para no salir a correr.
- "Es que hace mucho frío": personalmente, creo que esta es la que más he utilizado en mi vida como runner. "Imagínate si me resfrío, ya no puedo entrenar más". Bueno, antes de nada pensemos en que el frío aquí en España no suele ser incapacitante salvo en pueblos de montaña, por lo que salir a correr en invierno no suele ser una actividad de alto riesgo. Dicho esto, la solución es vestirte por capas: una primera capa con una camiseta térmica que te ayude a guardar el calor, una segunda capa con una sudadera calentita y una tercera con una chaqueta o chaleco impermeable. En caso de hacer mucho frío, no olvides los guantes, el gorro y la braga para la garganta.
"Es que hace mucho calor": sí, la excusa del clima es fantástica porque funciona en invierno y también en verano. En el caso del verano la cosa se pone un poco más difícil porque llega un momento en el que no te puedes quitar más ropa, por lo que es importante elegir bien la hora del día a la que vas a salir a correr. Procura salir a primera hora de la mañana, antes de que el sol llegue a su cénit, o bien a última hora de la noche, cuando ya ha refrescado un poco. Lleva contigo una botella de agua o un chaleco de hidratación, o diseña tu ruta para encontrar fuentes por el camino.
"Es que no tengo tiempo": la excusa del tiempo también es una de las más recurrentes para no salir a correr. Siempre te surgen mil imprevistos que te impiden llegar a tu entrenamiento. Sin embargo, si te interesa algo, consigues tiempo para poder hacerlo: piénsate madrugar un poco más para salir a correr antes de que los demás se despierten (así llevas hechos los deberes ya desde primera hora de la mañana) o aprovecha la hora de comer para salir a entrenar y después comer algo rápido. La clave aquí es la planificación de los entrenamientos en tu día a día.
"Es que estoy estresado con el trabajo": si hay algo que consiga el hecho de salir a correr eso es que te olvides durante unos minutos de todo lo demás y te centres solo en el tramo de calle o parque que tienes delante. Salir a correr, o hacer cualquier otro tipo de actividad deportiva, puede ayudarte a liberarte de ese estrés o ansiedad que te acompaña en el trabajo y es perfecto para luchar contra la tensión que puedes acumular en el trabajo. Tómatelo como un tiempo para ti, para disfrutar (y para sufrir un poquito) y no hagas que el hecho de tener que cumplir con los entrenamientos a rajatabla te estrese aun más.
"Es que ya me he saltado un día esta semana, así que para qué voy a seguir": creo que no conozco a nadie que haya seguido un plan de entrenamiento al 100%, ni de carrera, ni en el gimnasio. Y es que siempre nos pueden surgir problemas o imprevisto (ojo, no excusas) que nos hagan perder alguna sesión. No pasa nada, seamos realistas: esas cosas suceden. Lo más importante es que, en el caso de haber saltado algún entrenamiento, sigamos entrenando lo que nos toca y los días que nos toca. En ocasiones lo mejor es ni siquiera recuperarlo otro día, sino continuar con el entrenamiento siguiente con la misma motivación, y no venirnos abajo pensando que "ya la hemos fastidiado".
¿Eres de los que pone excusas para no salir a correr? ¿Cuáles son las tuyas?
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