Hace unos días saltó una noticia interesante, resulta que Raúl duerme en una habitación hipobárica para aumentar su rendimiento. Es decir, la habitación en cuestión es como si estuviera a más de 2000 metros de altura, con lo que la concentración de oxígeno es menor que en condiciones normales.
¿Qué peculiaridad tienen este tipo de habitaciones? el entrenamiento en altura hace tiempo que ofrece beneficios a los deportistas, pero desde hace pocos años las investigaciones apuntan a que lo ideal es vivir en altura y entrenar a nivel del mar para beneficiarse fisiológicamente de la altura. El problema está en la difícil viabilidad de residir en altura durante largos periodos de tiempo o vivir en altura y bajar a entrenar casi a diario.
De aqui que los expertos y fabricantes se pusieran las pilas y crearan este tipo de habitaciones que simulan las condiciones de concentración de aire que supone estar a ciertas alturas. Al estar en ambientes hipóxicos el organismo nota la falta de oxígeno en el organismo y lo compensa estimulando la producción de eritropoietina (EPO), lo que se traduce en más glóbulos rojos, más hemoglobina y por tanto mayor aporte de oxígeno a los músculos (aumento del VO2max), que en consecuencia se traduce en un aumento de la resistencia.
También son útiles estos ambientes para aclimatarse y entrenar cuando se está preparando una competición que es en altura, así al llegar el momento de la competición nuestro organismo está acostumbrado al déficit de oxígeno y se retardará la aparición de fatiga.
¿Se puede considerar dopaje? aunque muchos han puesto en tela de juicio el uso de estos métodos, las tiendas hipobáricas no se consideran dopaje porque no se administra ningún tipo de sustancia dopante al organismo, sólo se le induce de forma natural a aumentar el número de glóbulos rojos. Se puede pensar que al aumentar el número de glóbulos rojos se aumenta el hematocrito y puede superar los niveles permitidos en ciertos deportes, pero en otro alarde de adpatación, nuestro organismo también aumenta al volumen plasmático para que la sangre no sea tan espesa y pueda tener fluidez, con lo que el hematocrito no aumenta en exceso como para dar positivo.
Según los investigadores el pasar de 7 a 8 horas diarias en ambientes de 2500 a 2800 metros de altura provoca los efectos deseados y el organismo se adaptará casi completamente a la cuarta semana. Los efectos de la altura suelen durar de 3 a 4 semanas cuando se cesa a la exposición de ambientes hipóxicos.
En definitiva estos métodos de entrenamiento pueden producir mejoras de un 3 a un 5% del rendimiento, igual por eso Raúl está todavía como un chaval y corre como un gamo en los partidos. El precio de estas habitaciones ronda los 8000€, algo caro para la gente de a pie pero útil para deportistas que se encuentren en competiciones de alto nivel.
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