¿Has empezado algún tiempo atrás un plan de adelgazamiento pero desde hace algunos días (o semanas) no logras continuar perdiendo kilos? Pues es probable que te encuentres en una meseta. Si ya no pierdes más peso aunque continúas a dieta, te contamos qué está pasando en tu cuerpo y lo que puedes hacer para solucionarlo.
Qué son y a qué se deben las mesetas en medio del adelgazamiento
Las mesetas en medio de un plan de pérdida de peso o de un descenso progresivo de peso constituyen el estancamiento, el freno en dicho proceso de adelgazamiento que no nos permite ver cambios en la báscula aunque continuemos con una dieta hipocalórica y todas las estrategias que hasta el momento nos han funcionado para deshacernos de los kilos de más.
Aunque resulta una situación frustrante puede ser más normal de lo que imaginamos, sobre todo, después de alcanzar un peso "normal" o haber perdido muchos kilos, aun cuando continuamos cuidando lo que comemos y moviéndonos de forma regular para incrementar el gasto de calorías.
Las posibles causas del estancamiento
En términos prácticos, el estancamiento o la meseta en medio de nuestros intentos de perder peso se producen porque hemos equiparado el gasto con el ingreso de calorías. Es decir, hemos alcanzado un punto en el cual las calorías que proveemos al organismo ya no son inferiores que las que el cuerpo necesita para vivir y mantener su peso sino que son iguales.
Así, es muy frecuente que cuando hemos comenzado una dieta con 120 kilos de peso corporal y alcanzamos los 90 kilos, ese aporte energético nos quede grande, pues a mayor masa corporal más calorías necesitamos para vivir y en determinado peso, las calorías que ingresamos equiparan al gasto.
También es posible que nos estanquemos porque nuestro cuerpo se ha adaptado metabólicamente, es decir, ha modificado sus hormonas y procesos metabólicos de forma tal que ahora necesita muchas menos calorías que antes, entonces, la dieta hipocalórica en realidad no es suficiente para perder peso.
Cuando el metabolismo se vio resentido es porque habitualmente hemos implementado un recurso para adelgazar erróneo, que nos llevó a una pérdida de peso muy marcada, debido a una alimentación severamente restrictiva. Esto es lo que muchas veces culmina ocasionando el tan temido efecto rebote.
Cómo prevenir la meseta al momento de perder peso
Lo ideal sería prevenir el estancamiento usando para ello un plan de adelgazamiento personalizado y que gradualmente nos permita deshacernos de los kilos de más. Es decir, aconsejamos evitar una dieta milagro o productos adelgazantes que nos empujen a una pérdida rápida de muchos kilos.
Si perdemos peso muy rápido podemos perder masa magra y así el metabolismo se resentirá, siendo más probable el estancamiento.
Por ello, también es recomendable realizar actividad física de forma regular, incluyendo una rutina que nos permita ganar o mantener masa muscular que nos ayude a conservar el gasto de calorías.
La flexibilidad o cambios en la dieta también son de ayuda para no alcanzar una meseta en medio del adelgazamiento, ya que nuestro cuerpo lo interpretará como "algo ocasional" y no un constante "período de escasez de calorías" al cual debe adaptarse.
Si ya te has estancado, también puedes solucionarlo
Si ya has alcanzado una meseta y deseas continuar perdiendo peso, es importante saber que el mismo recurso que empleabass hasta el momento no funcionará como esperas. Es decir, necesitarás un cambio de estrategia.
Para ello, aconsejamos revisar nuestros comportamientos al momento de comer así como nuestro entrenamiento y reevaluar nuestras necesidades calóricas.
Pensar en un nuevo objetivo y considerar que quizá ya no necesitemos perder más peso también es una posibilidad, pues muchas veces ya hemos alcanzado un peso "razonable" y sano en el cual el organismo mismo lucha por mantenerse, resistiéndose así al descenso.
Si queremos continuar adelgazando podemos plantearnos perder grasa en lugar de peso corporal y así, enfocarnos en entrenar más para ganar músculo y dar forma al cuerpo. En este sentido modificar la actividad física puede ser de gran ayuda.
También puede ser de utilidad reducir un poco más las calorías o mantenerlas cambiando la composición de la dieta. Por ejemplo: reducir hidratos pero sumar proteínas magras y grasas de calidad con el objetivo nuevamente, de deshacernos de grasa corporal ante todo.
Registrar lo que comemos o los tiempos y tipos de entrenamiento pueden ayudarnos a ver la necesidad de un cambio e incorporarlo, así como también podemos buscar ayuda en aplicaciones que nos motiven a dar más cada día para así, romper la meseta y continuar perdiendo peso.
Y como siempre decimos, la ayuda de un profesional de la salud y el control mediante un chequeo médico de nuestra salud y funcionamiento metabólico también puede ser de utilidad para revertir un estancamiento.
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