Que enfadarse es malo para la salud no es una novedad, y cada vez más estudios científicos lo constatan. Un equipo de la Universidad Médica de Carolina del Sur (EEUU) ha investigado a largo plazo la relación entre factores psicológicos y avance de la hipertensión, y ha llegado a la evidente conclusión de que: enojarse empeora la hipertensión.
Para ello han estudiado a unas 2300 personas sin problemas cardiacos iniciales y han determinado sus niveles de estrés psicológico y su tendencia a la negatividad y reacciones hostiles. Los resultados son que los hombres más iracundos eran un 71% más propensos que las personas tranquilas a desarrollar hipertensión a corto plazo: de 4 a 8 años. Y también, su riesgo de padecer una enfermedad cardiaca era el doble.
También han demostrado cómo el estrés crónico tiene el mismo efecto negativo en hombres y mujeres y eleva el riesgo de enfermedad coronaria en un 68%. Estos sensatos resultados nos deberían hacer reflexionar sobre lo mal que manejamos nuestras emociones y que no sirve de nada que tomemos medicamentos y yogures mágicos para la hipertensión sin hacer examen de conciencia sobre nuestra vida, nuestras reacciones hacia el entorno y las circunstancias, y nuestra actitud vital.
En Vitónica también hemos informado de la relación del estrés con la obesidad, el envejecimiento y el cáncer.
Llegará el día en que el médico nos prescriba: respirar profundamente, leer un libro sobre el control de las emociones o pensamiento positivo (y aplicarlo), hacer un curso de risoterapia en el ambulatorio y hacer deporte. Ese día, nuestra salud y nuestro mundo será mejor.
Vía | Revista impresa Cuerpo y Mente 187 En Vitónica | Respiración y emociones En Vitónica | ¿Vivir para trabajar o trabajar para vivir? En Vitónica | La importancia del ejercicio físico en hipertensos En Vitónica | Meditación para mejorar nuestro estado mental
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