Constantemente estamos buscando nuevos ejercicios que nos ayuden a tonificar la pared abdominal y nos ayuden a mejorar el aspecto de esta parte del cuerpo. Para su trabajo existen infinidad de alternativas, por lo que tenemos a nuestro alcance muchas opciones para no aburrirnos y evitar que los músculos se acostumbren. En esta ocasión vamos a detenernos en un ejercicio bastante efectivo, se trata del conocido como plankup.
Este ejercicio a simple vista puede parecer sencillo, pero se engloba dentro de los conocidos como isométricos, solo que en este caso llevamos a cabo una tracción con los brazos que complica aún más el ejercicio y hace que la tensión en la zona abdominal aumente. Eso sí, es muy importante mantener la postura y realizar correctamente el movimiento en todo momento.
Materiales necesarios
Para la realización de este ejercicio simplemente necesitaremos nuestro propio cuerpo que será quien lleve a cabo toda la actividad. Además es importante que nos hagamos con una esterilla que nos servirá para apoyarnos sobre el suelo sin hacernos daño o sentir molestias mientras estamos llevando a cabo la actividad. Eso sí, es necesario que concentremos toda la atención en la parte abdominal para poder así concentrar mejor la tensión y canalizarla a través de los músculos de esta parte.
Ejecución del ejercicio
Vamos a comenzar colocados boca abajo con las palmas de las manos apoyadas en el suelo y las puntas de los pies también. En esta postura, y con el cuerpo estirado lo que haremos será tomar la postura inicial de los abdominales isométricos, es decir, mantener el cuerpo rígido a través de la acción abdominal y estirar los brazos, de modo que solo nos quedemos apoyados en las puntas de los pies y las palmas de las manos.
En esta postura lo que haremos será quedarnos quietos arriba del todo, y una vez que tengamos el cuerpo recto y la zona contraída, lo que haremos será bajar primero el brazo izquierdo apoyando el antebrazo en el suelo. El otro brazo lo mantendremos estirado mientras realizamos el movimiento con el otro, que bajaremos seguidamente una vez tengamos el otro apoyado en el suelo. El movimiento que va a seguir será elevar de nuevo a la posición inicial el primer brazo que doblamos, para después hacer lo mismo con el otro y regresar a la posición inicial.
Nosotros recomendamos hacer cuatro series de veinte repeticiones cada una, aunque esto dependerá de la resistencia y fortaleza de cada uno, ya que es fundamental que a lo largo de todo el ejercicio el tronco se mantenga recto, como si nuestro cuerpo fuese un tablón recto. Si esto no lo realizamos de esta manera no estaremos aprovechando el ejercicio ni obteniendo los resultados que andamos buscando.
Imagen | IstockPhoto Video | Youtube/ Oxygen Magazine
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