En Vitónica nos encantan los mitos relacionados con la alimentación y con la cocina. Algunos de los mitos más repetidos son los relacionados con el uso del microondas. A pesar de que está completamente desmentido por las investigaciones científicas, algunas personas siguen asegurando que las ondas del microondas pueden causar cáncer.
No solo eso, sino que existe el mito de que los microondas provoca que los alimentos pierdan más nutrientes que otros medios de cocinado. La realidad es que todos los medios de cocinado provocan que los alimentos pierdan parte de sus nutrientes. Sin embargo, las evidencias científicas no han encontrado que el microondas, en concreto destruya más nutrientes.
Numerosas investigaciones han comparado, desde hace muchos años, las diferencias que los distintos tipos de cocinado provocaban en la pérdida de nutrientes de los alimentos. Ya en 1982 se hizo una primera revisión con todas las investigaciones que había al respecto hasta entonces y se encontró que no había ninguna diferencia significativa entre el microondas y otros métodos de cocinado.
En cualquier caso, posteriormente se ha seguido estudiando este tema y en los últimos años se han hecho varias investigaciones al respecto. En 2009, Jímenez-Monreal y su equipo investigaron cómo afectaban algunos métodos de cocinado a la pérdida de propiedades antioxidantes de los alimentos - en este caso concreto, de las verduras -. Lo que encontraron fue que el uso del microondas y del horno eran los que mejor mantenían las propiedades antioxindantes, frente a otros métodos como la cocción.
Más recientemente, en 2013, se llevó a cabo una investigación similar, que intentaba descubrir el efecto que los diferentes tipos de cocinado tenían en los antioxidantes del kale tanto congelado como fresco. De nuevo se encuentra que no hay grandes diferencias, pero la forma que más retendría los antioxidantes en el caso del kale es cocinado al vapor, seguido del uso de microondas y, por último, hervido.
Hace tan solo un par de años, una nueva investigación se centró en la pérdida de proteínas, grasas, carbohidratos y algunas vitaminas en verduras frescas. Para ello compararon el efecto que tenía el uso del microondas en comparación con otros métodos de cocinado más tradicionales como la cocción en agua hervida. Lo que encontraron es que ambos métodos alteran de alguna manera los nutrientes de los alimentos, pero el hervido, por ejemplo, hace desaparecer más la cantidad de vitamina C que el cocinado en microondas.
En definitiva, todas las formas de cocinado alteran los nutrientes de los alimentos. En el caso del microondas, como utiliza poca agua para el cocinado y las temperaturas que alcanza no son tan extremas es, junto con el cocinado al vapor, uno de los mejores métodos para reducir la pérdida de dichos nutrientes y no al contrario. Si queréis cocinar en el microondas, adelante, las evidencias científicas están de vuestro lado.
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