Seguro que si este verano has visitado alguna playa concurrida habrás visto carteles del tipo: "se dan masajes". En un principio es una oferta tentadora, más si te duele algún músculo. El solecito y el ambiente de relax invitan a que a uno le den un masajito la verdad, pero ni las condiciones son las idóneas ni el personal suele estar cualificado.
Masaje suele ser sinónimo de salud, relax o rehabilitación, pero no en todos los casos. Los fisioterapeutas aconsejan no recibir masajes en la playa ya que no se cumplen las condiciones higiénicas necesarias (mucha arena de por medio) y el masajista suele ser una persona no cualificada, que más que dar masajes soba los músculos, lo que puede producir más daño que beneficio.
Y con más razón se debe de huir de estos masajes si se sufre algún dolor o lesión porque el masajear la zona sin conocer técnicas específicas potenciará la dolencia. Inflamación, trombosis o fracturas suelen ser algunos de los percances que se pueden sufrir, sobre todo en personas mayores.
Digo yo que si necesitamos un masaje lo mejor es acudir a nuestro fisio de confianza, que en su consulta con el aire acondicionado, la camilla y la musiquita relajante tampoco vamos a estar nada mal y nos aseguramos un buen trabajo. Si lo que necesitamos en la playa es que nos soben los músculos, para eso mejor que lo haga un conocido/a mientras nos echa la crema solar.
Vïa | ABC