Eso acaba de demostrar un studio publicado en "Archives of Internal Medicine" y llevado a cabo por Jordi Salas-Salvadó, profesor de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Así, añadir frutos secos a una dieta típica mediterránea rica en frutas, verduras y pescado, mejora el control de los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, colesterol u obesidad).
Nueces, avellanas y almendras son los alimentos estrella a combinar con la dieta mediterránea. Como hemos hablado ya aqui, son alimentos de alta densidad calórica pero que nos ofrecen gran cantidad de beneficios a nivel deportivo.
Incluso en el estudio se vió que producían mejores beneficios que el consumo de aceite de oliva, lo que no quiere decir que el aceite sea malo, sino que en el grupo que consumió frutos secos los beneficios eran mayores que en el que consumió aceite de oliva. No obstante ambos tipos de grasa no deben faltar en la dieta mediterránea.
Por supuesto este tipo de estudio se lleva en un entorno de vida digamos saludable, con alimentación cuidada y ejercicio adecuado, de ahí que se produzcan tantos beneficios, no va a ser sólo por comer frutos secos y por arte de magia desaparece el riesgo cardiovascular.
Por tanto a una dieta rica en frutas, verduras y pescado debemos añadir un puñado de frutos secos diarios, ricos en grasas insaturadas, que son las que van a sustituir a las "grasas malas" de la dieta y van a aportarnos los beneficios a nivel cardiovascular.
Vía | El Mundo Más información | Archives of Internal Medicine (Abstract del artículo) En Vitónica | Frutos secos para potenciar el desempeño deportivo Imágen | Flickr (Gaetan Lee)