Mucho han cambiado las imágenes de algunos futbolistas de antaño que fumaban en el banquillo o en el vestuario. Hoy en día, deportistas como Eduardo Camavinga, del Real Madrid, saben que si quieren sacar el máximo rendimiento y alargar su carrera deportiva, deben añadir sesiones de entrenamiento extras y controlar adecuadamente su nutrición. Desde su llegada al Real Madrid hace dos temporadas, mucho ha cambiado físicamente el futbolista francés.
Eduardo Camavinga ya no es el que era
Existen etapas sensibles a la mejora de habilidades técnicas y físicas, y Camavinga, que llegó con 18 años al Real Madrid, y ahora tiene 20, se encuentra en ese momento dulce en el que la progresión en cualidades como la fuerza y el aumento de masa muscular de calidad se encuentran en su máximo esplendor.
En una publicación de hace aproximadamente un mes, se puede ver al futbolista con una base muscular muy desarrollada. En dicha publicación está realizando principalmente trabajo de core y estabilidad, aunque también realiza labores de movilidad de cadera.
Antes de llegar al Real Madrid
En el verano de 2021, el francés se unió al Real Madrid. En ese momento tenía 18 años y su físico era muy distinto al actual. Por supuesto, la edad ha influido mucho en su transformación, ya que son dos años muy sensibles a la hora de mejorar la masa muscular.
Las máquinas isoinerciales y el entrenamiento personal como aliados de su transformación física
Sin embargo, ese crecimiento muscular no se consigue si no entrenamos para ello, tengamos la edad que tengamos. Hemos podido ver a Camavinga en varias ocasiones entrenando en el gimnasio, como en las siguientes imágenes en las que practica ejercicios explosivos como puñetazos, y otra imagen en la que le vemos sentado en una máquina isoinercial.
Las máquinas isoinerciales son máquinas que utilizan la energía cinética acumulada para devolvernos la velocidad que le damos. Si hacemos una sentadilla, aceleraremos cuando subimos desde abajo hasta ponernos de pie, y esa velocidad será devuelta por la máquina a la hora de la fase excéntrica, es decir, al bajar desde arriba hasta la sentadilla profunda.
En este artículo de Vitónica detallamos en qué consisten estas máquinas, muy utilizadas en el fútbol y otros deportes de élite. Puede que te suene el nombre de Adama Traoré, futbolista de imponente físico que comentaba que no entrenaba con pesas, y así era, porque lo que hacía era entrenar con este tipo de máquinas isonerciales.
En cualquier caso, la cantidad de masa muscular no es un factor determinante del futbolista, sino más bien la calidad de esa masa muscular. Lo que no pasa desapercibido es que la preparación física de los deportistas de élite en el fútbol ha crecido en base a las demandas de la disciplina.
El entrenamiento de fuerza adecuado a cada deporte permite exprimir más el rendimiento deportivo, evitar lesiones y poner las cualidades físicas al servicio del equipo. Aunque en el fútbol prima la técnica y la táctica sobre el físico, este tipo de entrenamientos de fuerza pueden volcar la balanza hacia un lado u otro.
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Imágenes | Gtres