Si hace unos días os hablábamos del Body Pump, la clase colectiva que ha conseguido acercar el entrenamiento con pesas a una gran parte de la población que ni siquiera soñaba con entrenar con cargas externas, hoy le toca el turno al Body Combat, una de las clases de entrenamiento cardiovascular más demandada en los gimnasios.
Creada también por la casa Les Mills, el Body Combat aúna el entrenamiento divertido al ritmo de la música con movimientos que provienen de diferentes deportes de contacto como el Muay Thai o el kickboxing para conseguir una clase muy entretenida que pone nuestras pulsaciones al límite. Esto es todo lo que tienes que saber sobre el Body Combat antes de entrar a tu primera clase.
¿Cómo es una clase de Body Combat?
Las sesiones de Body Combat constan de un entrenamiento de 55 minutos (aunque existen clases exprés de 30 o 45 minutos) de base aeróbica en el que, a través de diferentes coreografías, trabajamos todos los grupos musculares de nuestro cuerpo sin necesidad de material, únicamente con nuestro peso corporal.
Las clases se estructuran en 10 tracks o canciones diferentes: la primera está dedicada a un calentamiento de todo nuestro cuerpo, la última al enfriamiento y los estiramientos, y las canciones que quedan dentro de la parte principal de la clase nos hacen trabajar cada uno de los grandes grupos musculares a través de movimientos de boxeo, kickboxing, capoeira, muay thai y otras disciplinas.
Como las demás clases de Les Mills, Body Combat es una clase coreografiada: esto quiere decir que hay una serie de movimientos concretos al ritmo de la música que se van repitiendo en todas las clases y que están marcados por el profesor. Las coreografías se cambian aproximadamente cada tres meses con los consiguientes reciclajes de los profesores, así que hay tiempo de sobra para aprenderlas y disfrutarlas (además, los ejercicios suelen ser similares, cambiando orden y ritmo).
¿Qué vas a trabajar en una clase de Body Combat?
Como decíamos, las clases de Body Combat son entrenamientos de base aeróbica que logran que subamos pulsaciones en muy poco tiempo. Cada track o canción tiene una duración de ente cuatro y cinco minutos durante los cuales no dejamos de movernos a excepción de pequeños descansos en los que recuperar el aliento.
El trabajo es muy completo poniendo a prueba, a través de distintos movimientos, la musculatura de nuestros brazos y hombros (especialmente en los tracks que cuentan con movimientos de boxeo), de nuestro core y de nuestras piernas, sobre todo en los tracks de capoeira y similares (todavía recuerdo el infernal track 4 de la edición 40 de Body Comabt, con una combinación de patadas y capoeira al ritmo de la música de Tubthumping que te dejaba las piernas destrozadas, y aun no habías llegado a la mitad de la clase).
Muchos movimientos explosivos y con saltos nos ayudan también a mejorar la potencia de nuestros músculos, aunque resulten agotadores (pero siempre hay una versión sencilla para los principiantes).
Con todo esto, las clases de Body Combat se convierten en un entrenamiento divertidísimo y muy motivador con el que trabajamos todo nuestro cuerpo, liberamos estrés y además pasamos un muy buen rato.
Algunos consejos para tu primera clase de Body Combat
Es tu primera clase: no te desesperes por no conocer la coreografía: recuerdo que la primera vez que entré pensé que por qué todo el mundo sabía lo que tener que hacer menos yo. Es cuestión de tiempo y un poco de paciencia. Fíjate bien en cómo lo hace el profesor y tus compañeros, y en pocos días irás conociendo todos los movimientos.
¿Me hacen falta vendas o guantes? No son ni mucho menos obligatorios, pero puedes llevar vendas de boxeo o guantillas si quieres. Ten en cuenta que vas a golpear al aire con las manos, sin que exista ninguna resistencia, y esto no es lo ideal para las articulaciones. Controla siempre todos los movimientos y, si quieres usar vendas porque sientes las muñecas más seguras, adelante.
Tu espacio, mi espacio: las clases de Body Combat generalmente están llenas hasta la bandera, y es muy importante que respetemos el espacio personal de los demás y que hagamos respetar el nuestro. Es una clase en la que puñetazos y patadas vuelan por todas partes y debemos estar atentos a lo que sucede a nuestro alrededor para evitar golpes o lesiones.
Disfruta del teatrillo: si lleváis tiempo practicando Body Combat seguro que recordáis aquel track con la música de Piratas del Caribe en el que durante los primeros segundos simulábamos sacar una espada y pegar espadazos a todos lados a diestro y siniestro. Treinta segundos de teatrillo que te daban una energía brutal para continuar con la clase: aprovecha también eso.
Agua y toalla son imprescindibles: vas a sudar. Vas a sudar mucho. Por eso es importante, por una parte, que lleves contigo una pequeña toalla con la que poder limpiarte al menos la cara (y disponer en la misma clase de papel para quitar el sudor del suelo y evitar resbalones) y una botella de agua para hidratarte durante la clase.
Las clases de Body Combat son muy disfrutonas y un entrenamiento perfecto para combinar con otras como Body Pump o Body Balance. ¡Disfruta del entrenamiento!
Imágenes | Les Mills
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