Siempre hemos escuchado que entre hombres y mujeres hay muchas diferencias a la hora de entrenar. De hecho muchas rutinas se crean específicamente para mujeres y otras solo para los hombres. Pero a la hora de la verdad no son tantas las diferencias, sino que se deben simplemente a pura mitología.
Los hombres y las mujeres somos diferentes simplemente por tener un determinado sexo, pero las diferencias a la hora de enfrentarnos al ejercicio no son tan grandes, ya que ambos podemos afrontar una rutina de entrenamiento de igual manera. A pesar de esto mucha gente sigue pensando que las diferencias son muy grandes, y por ello existen muchas creencias al respecto. Es importante que acabemos con estos estereotipos.
Sí que es cierto que el cuerpo de las mujeres soporta grandes desajustes hormonales derivados de la menstruación. Este hecho hace que en muchos casos no puedan responder al 100% en los entrenamientos. Pero esta situación no se mantiene todos los días, sino que solamente durante un pequeño periodo de tiempo. Después de esto el entrenamiento de hombre y mujeres puede ser igual.
Ambos tenemos músculos distribuidos de la misma forma. Sí que es cierto que las mujeres tienen un índice graso mayor, aunque las diferencias no son excesivas, por lo que el entrenamiento hará crecer sus músculos igual que los de cualquier hombre. Por esto los ejercicios son totalmente aplicables a ambos sexos por igual, no existen rutinas concretas para las mujeres o para los hombres.
Normalmente los hombres solemos ser más altos y corpulentos que las mujeres, algo que nos confiere de más fuerza muscular a priori, pero si una mujer se entrena, su desarrollo será idéntico al del hombre, y hasta muchas veces pueden llegar a desarrollar más cantidad muscular que muchos varones. En contra de que muchos creen que las mujeres no son capaces de obtener un buen desarrollo muscular.
Sí que es cierto que el nivel de fuerza a priori no es el mismo, pues ellas poseen más materia grasa en sus fibras, pero pueden acabar obteniendo una buena masa muscular siempre y cuando sean constantes en el trabajo corporal. Aunque no debemos pasar por alto que una de las características de los hombres es que tenemos más facilidad de transportar el oxígeno a través de la sangre, debido a que poseemos más hemoglobina que las mujeres, con lo que la respuesta muscular en muchos casos es más rápida.
En cambio las mujeres poseen mayor cantidad que los hombres de lipoproteínas que facilitan el transporte de nutrientes a los diferentes tejidos del organismo, lo que hace que la recuperación muscular sea más rápida. Algo que facilita mucho más los entrenamientos.
A partir de ahora debemos desterrar esa idea de que hombre y mujeres somos muy diferentes en lo que a ejercicio se refiere. Todos podemos trabajar de la misma manera y de hecho lo debemos hacer. Es un error intentar excusarnos con que no somos hombres o mujeres para hacer un determinado ejercicio, debemos probar todo y trabajar nuestro cuerpo de todas las formas posibles.
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