Hace un tiempo ya hablamos sobre este tema y os explicamos en nuestro post Di adiós a la celulitis aprendiendo a combatirla, qué era la celulitis y unos consejos generales a tener en cuenta para luchar contra este problema.
Hoy vamos a profundizar un poco más en este tema, ya que es uno de los complejos que más nos afectan, tanto a hombres como mujeres, y una de las cuestiones más demandadas por nuestros Vitónic@s. Así que hoy: combate la celulitis sin milagros.
Lo primero que debemos saber, para combatir el indeseado cúmulo de tejido adiposo que aparece sobre todo en piernas, nalgas y glúteos, es que existen una serie de factores importantes a tener en cuenta y que van a incidir directamente en el problema de la celulitis.
Factores a nivel hormonal
Los estrógenos son hormonas naturales de tipo sexual esteroideas, y que en contraposición con la testosterona es muy común tenerlos en niveles más altos de los que deberíamos, factor que puede influir en este tipo de problemas.
De hecho, las personas con exceso de grasa corporal son más propensas a tener bajos los niveles de testosterona, al igual que de manera natural, estos niveles suelen disminuir a partir de los 30 años aproximadamente.
Por tanto, lo que buscamos es conseguir un balance adecuado entre estos dos tipos de hormonas en nuestro cuerpo, descendiendo los niveles de estrógenos y elevando los de testosterona.
La estrategia para conseguir un buen equilibrio hormonal, de estrógenos y testosterona, pasa por el tipo de dieta que sigamos y el ejercicio que realizamos, así que nos vamos a centrar en ello y a ver cómo esto afecta a otros sistemas corporales.
Cómo combatirlo a través de la dieta
Para propiciar este balance hormonal es importante comenzar por restringir, en la medida de lo posible, alimentos estrogénicos con el fin de que no se eleven más nuestros niveles de estrógenos. Algunos de estos alimentos pueden ser la soja, cacahuetes, cerveza, nueces o algunas legumbres.
Y en contraposición intentaremos enriquecer nuestra dieta con alimentos que nos favorezcan en este propósito, como pueden ser: pescado azul, grasas animales, verduras, marisco, almendras, etc... Las aportaciones de zinc y magnesio, y una buena relación de sodio a potasio, también va a ser importante.
Otro consejo importante es tener en cuenta y evitar ciertos envases y envoltorios plásticos, que como ya hablamos en nuestro post: Un dato desconocido que debes tener en cuenta al comprar tu botella de agua, pueden liberar ciertos químicos que afectan a nuestro sistema hormonal fomentando la estrogenización.
Qué vamos a conseguir con esto?
A través de una buena elección de lo que comemos y siguiendo una dieta adecuada, y que no sea alta en hidratos, conseguiremos por una parte favorecer nuestro sistema hormonal y por otro lado, reducir el exceso de grasa corporal, enemigo número 1 de la celulitis.
Pero como siempre, una dieta sin ejercicio no nos sirve para nada. Y ejercicio sin dieta, tampoco. Así que hablamos ahora del otro factor imprescindible en la lucha contra la celulitis: el ejercicio.
Cómo afecta el ejercicio a nuestros sistemas
El ejercicio va a ser el otro punto fundamental a la hora de conseguir resultados, y ¿por qué? pues muy sencillo, porque es importante mantener una buena circulación sanguínea, para una correcta distribución de los nutrientes y un saludable sistema linfático, que transporte y libere sin colapsos nuestras sustancias de deshecho.
Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre si se puede reducir la grasa localizada y la respuesta que os dimos era que por supuesto que sí, pero no de manera exclusiva, es decir, si queremos reducir el exceso de grasa de nuestras nalgas y glúteos, tendremos que hacerlo también del resto de nuestro cuerpo.
Pero sí es cierto, que a través de ejercicios específicos en estas zonas, podemos ayudar a que nuestro sistema circulatorio y linfático funcionen correctamente y faciliten ese reparto de nutrientes y eliminación de deshechos fundamental para comenzar a combatir la celulitis.
Ejercicios específicos fundamentales
Vamos a buscar ejercicios que nos interesen para oxigenar y tonificar los músculos de estas zonas afectadas, es decir, que incidan sobre todo en glúteos e isquiosurales, dos de las partes más problemáticas.
Ejercicios como Hip Thrust, patadas traseras, sentadillas, peso muerto, glute bridge, curl femoral, buenos días, zancadas y/o prensa y todas sus variantes, van a ser perfectos para nuestro propósito, trabajando en profundidad estas zonas conflictivas.
Del mismo modo son muy recomendables los ejercicios verticales, como los saltos, para activar y estimular nuestro sistema linfático.
Imágenes | IStockPhotos
