La deshidratación produce diferentes efectos en nuestro cuerpo que además de dañar la salud pueden reducir nuestros reflejos e incrementar el riesgo de sufrir accidentes, de hecho, se sabe que la deshidratación puede producir a iguales daños que la ingesta de alcohol al momento de conducir.
Un estudio realizado con conductores de sexo masculino comprobó que la deshidratación leve (ingesta de agua 25% inferior a lo recomendado) reduce el rendimiento en la conducción en un trayecto prolongado (120 minutos) y monótono tal como lo haría la ingesta de alcohol que eleva su contenido en sangre hasta 0.8 g/L (límite legal en Reino Unido) o un mal descanso.
Cuando los conductores debieron conducir con una hidratación deficiente, los errores e incidentes se duplicaron, por lo tanto, se concluye que, una insuficiente ingesta de agua, que genere una deshidratación leve, puede ser igual de peligrosa al momento de conducir que la ingesta de bebidas alcohólicas o que la falta de sueño, sin embargo, no solemos darle la importancia que realmente tiene.
No sólo al momento de conducir, sino también, para rendir adecuadamente en el trabajo, en nuestro deporte preferido o simplemente, para sentirnos vitales y animados, es importante beber suficiente agua, pues como éste estudio lo demuestra, la deshidratación (aun leve), puede afectarnos más de lo que imaginamos.
Vía | Physiology & Behavior, Volume 147, 1 August 2015, Pages 313–318 y European Hydration Institute
En Vitónica | Indicadores de insuficiente ingesta de agua
