Si bien cada familia tiene sus ritmos y cada persona puede tener una rutina y necesidades diferentes, te contamos cuál es la hora perfecta para irte a dormir desde hoy y para siempre, según la ciencia.
Respetar ritmos circadianos para dormir mejor
Hace mucho tiempo atrás, cuando nuestros antepasados no disponían de relojes, de tecnología ni de mayores horarios para vivir en el día a día, despertaban con la salida del sol y se iban a dormir cuando ya no disponían de luz natural más que la de la luna.
En función de esto, nuestro cuerpo ha desarrollado ritmos circadianos, es decir cambios rítmicos que se producen en aproximadamente 24 horas en nuestro cuerpo, y que nos pueden indicar desde el horario en que necesitamos despertar hasta la mejor hora para dormir.
Todos los seres vivos disponemos de estos ciclos circadianos o de estos ritmos biológicos que pueden determinarnos el momento en que nos sentimos cansados y necesitamos dormir o bien, el momento en que disponemos de mayor energía y por ello despertamos.
No respetar dichos ritmos circadianos puede condicionar nuestra salud experimentando una especie de jet lag que altera todo nuestro organismo, pudiendo afectar por ejemplo las tasas metabólicas, los niveles de estrés y otros parámetros que determinan nuestra salud.
La mejor hora para dormir según la ciencia
En función de lo antes dicho es importante saber que no existe una hora exacta para todas las personas; sin embargo, respetar los ritmos circadianos resulta clave.
Para ello, un neurocientífico de la Universidad de Stanford señala cómo saber a qué hora es momento de ir a la cama para dormir mejor y de esta forma, respetar nuestro ciclos biológicos.
El doctor Andrew Huberman reveló que la mejor hora para ir a dormir podría estar relacionada con el momento en el cual experimentamos una caída de energía por la tarde.
Para ello, recomienda tomar nota durante unos días de la hora exacta en la que experimentamos ese bajón de energía o esa somnolencia por la tarde, pues la hora ideal para acostarse serían entre las seis y siete horas posteriores a dicho bajón.
Es decir, si experimentamos una caída importante de nuestra energía alrededor de las 15 horas, el momento ideal para irnos a dormir sería alrededor de las 21 o 22 horas.
Esta hora también está avalada por un estudio que se realizó en 2021 por la Sociedad Europea de Cardiología y que señala que quienes se van a dormir entre las 22 y las 23 horas tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, mientras que irse a dormir después conlleva más riesgo de sufrir este tipo de patologías y lo mismo ocurre con quienes se acuestan muy temprano cada día.
La relación entre el riesgo cardiovascular y la hora de acostarse está también determinada por ese reloj biológico que establece el funcionamiento de nuestro cuerpo cada 24 horas. Por ello, determinar la hora ideal para ir a dormir resulta fundamental y podemos hacerlo teniendo en cuenta lo antes mencionado o lo que es igual, lo que la ciencia indica al respecto.
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Imagen | Khadeeja Yasser y Jumpstory
