Al momento de perder peso la dieta resulta imprescindible y es lo único que no nos puede faltar. Sin embargo, complementar la misma con ejercicio resulta de mucha utilidad pues entre otras cosas, adelgazaremos sin sacrificar la masa muscular, por eso es importante realizar entrenamiento de fuerza.
Entrenamiento de fuerza y dieta para perder peso
El ejercicio no sólo elevará el gasto de calorías contribuyendo así a un balance energético negativo, sino también, puede mejorar nuestra autoconfianza y autoestima y según científicos estadounidenses, incrementa la proporción de grasa quemada y reduce la pérdida de masa libre de grasa dentro de la cual se encuentra el músculo.
De forma secundaria, este efecto del entrenamiento de fuerza combinado con ejercicio aeróbico y dieta permite fomentar el descenso de peso y reducir el riesgo de sufrir un estancamiento o meseta en el adelgazamiento. Asimismo, disminuye las probabilidades de experimentar un efecto rebote, pues la masa muscular o magra es la metabólicamente más activa y nos permite evitar la tan temida "tumba metabólica".
Por otro lado, quienes sólo realizaron dieta perdieron un gran porcentaje de masa libre de grasa, dentro de la cual no sólo se incluye músculo sino también hueso, y por ello, las probabilidades de perjudicar la salud se incrementan. Mientras que quienes acompañaron dieta con entrenamiento aeróbico y de fuerza maximizaron la pérdida de grasa y redujeron a sólo el 3% la pérdida de masa libre de grasa.
Por todo esto, si queremos adelgazar de una vez y para siempre así como proteger la salud por sobre todo, lo importante es combinar dieta con ejercicio (aeróbico y entrenamiento de fuerza) para obtener resultados.
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