Muévete más, también en tu trabajo: cinco estrategias para mantenerte activo en la oficina

Muévete más, también en tu trabajo: cinco estrategias para mantenerte activo en la oficina

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Muévete más, también en tu trabajo: cinco estrategias para mantenerte activo en la oficina

Cada vez más de nosotros trabajamos en oficinas o en otras labores que implican pasar mucho tiempo sentados en una silla, habitualmente frente a un ordenador. Yo, sin ir más lejos,paso alrededor de ocho horas sentada en esta misma silla desde la que ahora os escribo. Esto implica que la mayor parte del tiempo de nuestro día se pasa siendo absolutamente sedentarios.

Cuando terminamos nuestra jornada laboral a veces no tenemos ánimo, pero tampoco tiempo, para mantener una actividad física. El resto de obligaciones diarias también nos quitan tiempo y no nos facilitan realizar algún tipo de actividad. Sin embargo, tener un estilo de vida completamente sedentario es muy perjudicial para nuestra salud. Por ello es importante que dispongamos de algunos trucos para mantenernos activos durante nuestra jornada laboral en la oficina.

Cambiar medio de transporte

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Llegar al trabajo puede ser un poco caótico, especialmente si tenemos otros quehaceres antes de llegar a la oficina, como dejar a los niños en el colegio. Sin embargo, si no tenemos más obligaciones y vamos directos de casa a la oficina, quizás es el momento de aprovechar ese viaje para movernos.

Si la distancia desde casa al trabajo no es demasiado larga es buena idea aprovechar para ir caminando y utilizar ese ratito para ir despejándonos, escuchar música que nos guste o quizás un podcast de actualidad. De esta manera estaremos empezando el día de forma activa y realizando un actividad que nos guste y entretenga. El resto del día agradeceremos haber tomado esa decisión y los beneficios a largo plazo de caminar ese rato al día comenzarán a notarse y hacerse patentes en nuestra salud.

Si, por el contrario, el trabajo está demasiado lejos como para ir andando, podemos elegir desempolvar la bicicleta - y nuestros músculos - e ir pedaleando al trabajo. De esta manera no solo mejoraremos nuestra salud cardivascular, sino que ayudaremos a mejorar el medio ambiente y ahorraremos dinero y tiempo.

Siempre por las escaleras

La única explicación posible que le veo a los protagonistas de The Big Bang Theory estén tan en forma - algunos más que otros - después de tantas temporadas cenando comida a domicilio noche sí y noche también, es el que el ascensor estropeado de su edificio les obliga a subir las escaleras a diario.

Las escaleras de la oficina - y de casa - pueden ser nuestros grandes aliados para aumentar nuestra actividad física. Si tanto en casa como en la oficina decidimos ignorar el ascensor e ir por las escaleras nos ayudará estar más activo y nuestros músculos lo notarán. Lo de Sheldon Cooper no es solo constitución.

No hagas sentado lo que puedes hacer de pie

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Una vez que estamos sentados entramos en una especie de círculo vicioso y casi parece que nos hemos quedado pegados a la silla de la oficina. Yo he llegado a ver, con mis propios ojos, como algunas personas iban de su mesa a la del compañero desplazándose con la silla de la oficina. Por supuesto, lo mismo para coger los folios en blanco que estaban alejados, o rellenar el vaso de agua.

Es el momento de dejar de hacer ese tipo de cosas y levantarnos. Si tenemos que ir a preguntarle algo a un compañero, caminemos hasta su mesa en vez de enviarle un email. Si necesitamos agua, da igual que la jarra esté los suficientemente cerca como para poder desplazarnos con la silla, levantémonos y aprovechemos ese momento para caminar un poco y estar de pie. Cuando llegue la noche nuestras piernas nos agradecerán no haber estado quietas todo el día.

Ejercicios sencillos y discretos

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A mí me daba cierta vergüenza ponerme a hacer ejercicios delante de toda la oficina - ahora trabajo desde casa y ya no importa - y que me preguntaran qué estaba haciendo. Es verdad que a veces queremos mantenernos activos, pero no queremos llamar la atención de todo los que nos rodean. Por suerte para nosotros, existen algunos ejercicios que podemos hacer sin que nadie se dé cuenta y que nos ayudarán a activar el cuerpo.

Entre ellos se encuentra un ejercicio sencillo de abdominales: nos colocamos en una postura adecuada, con los glúteos bien apoyados y colocados en la silla, la espalda erguida y las rodillas flexionadas en 90 grados. Desde esta postura levantamos los pies ligeramente del suelo y los mantenemos en el aire durante unos segundos. Otra idea para activar la circulación sanguínea de las piernas es, mientras estamos sentados correctamente y con los dos pies apoyados en el suelo, simular que nos ponemos de puntillas mientras nos mantenemos sentados. Podemos repetir varias veces estos ejercicios.

Estirar el cuerpo

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Estar muchas horas sentado, además de las malas posturas que solemos adoptar en las sillas, pueden provocar serios dolores de espalda. Es una buena idea que cada hora aproximadamente nos pongamos una alarma que nos recuerde la necesidad de recuperar la postura correcta. Cuando esa alarma suene podemos aprovechar y ponernos de pie, también estirar un poco el cuello y la espalda si podemos, y después sentarnos en la posición adecuada.

Imágenes | Unsplash

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